Beijing 2008.

Miles de figurantes hicieron de la inauguración un cúmulo de emociones.

Ayer 8 del 8 de 2008 a las 8 de la tarde en Pekín, comenzaron con puntualidad inglesa los  Juegos Olímpicos, los número 29 de la Era Moderna.

Con unos segundos de retardo en la retransmisión, (por si tuvieran que subsanar algún inconveniente, sobre todo los debidos a protestas), la inauguración resultó ser una de las más extraordinarias, originales, innovadoras y más perfectamente sincronizadas que hasta el momento se han visto.

Desde luego, para Londres en 2012, el listón ha quedado más que alto, no creo que resulte nada más espectacular que lo vimos ayer. Tal vez tenga mucho que ver que la historia que China tiene que contar es tan antigüa, milenaria y riquísima. De todos modos, nunca se puede avanzar nada.

 

Los trajes y las impecables coreografía lograron mantenernos en todo momento asombrados con la inauguración.

 El recorrido por toda la mitología e historia milenariasde china, la rememoración de los grandes inventos como el papel, la pólvora (gran protagonista a lo largo de la noche), la brújula, las cometas … sirvieron para mostrar del orgullo que China ha estado guardando para exibir en el día de ayer.

Siempre quedará presente, la sensación de disciplina, educación, armonía y paciencia (que les caracteriza), ya que muchas de las escenificaciones constaban de una serie de movimientos de extraordinaria precisión y ejercicio de la memoria, para recordar los cientos de movimientos de cada coreografía.

 

Orgullosos inventores de la pólvora, dejaron claro quienes son los reyes del material. El Nido brilló con luz propia.

 

Los figurantes, (la gran cantidad de figurantes) le dió bastante espectacularidad a cada representación, porque sólo imaginar la cantidad de horas y meses que han de haber ensayado,  ya resulta asombroso.

Sin olvidar los trajes laboriosos y llenos de historia y significado o el maquillaje que lucieron en algunas de las representaciones.

La música, la lúz, la coordinación, la ausencia de fallos (o al menos a primera vista así pareció)  y la total seguridad … sinceramente de puntuación 10.

 

 

Las artes milenarias fueron representadas en complicadas y perfeccionadas coreografías.

 

Aquí en España, tuvimos la suerte de poder seguir en directo  por tve1 toda la inauguración y me pareció fascinante poder escuchar toda la música, ya que los presentadores fueron muy profesionales y guardaban silencio sólo rompiéndolo para explicar pequeños detalles.

El encendido de la antorcha fué muy impactante, pero pensé que derrocharían más imaginación y sería algo mucho más increíble, algo no tan físico si no relacionado con la última tecnología, al igual que la idea del gran papiro que fué el elemento principal toda la actuación. Pero aún así … fantástico. Inicialmente los Juegos Olímpicos fueron creados para dar gracias a los dioses y durante los cuales no se podía guerrear, por ello, hay que dejar a parte todo lo que no se la disciplina del deporte y la participación, sin añadir tintes políticos.

Así que, quedan inaugurados los 29 Juegos Olímpicos de la Era moderna, cuyo lema es: «Un mundo un sueño».

Y como dijo el Barón Pierre: «Lo importante es participar.»